Días atrás LA GACETA publicó en la sección de WhatsApp, abierta a las inquietudes de los lectores, el caso de una vereda usurpada en el barrio Ciudadela. El mensaje brindó detalles de esta llamativa situación, ya que se prolonga desde hace años en una esquina muy transitada (Mate de Luna y Matienzo), en especial a partir del sostenido desarrollo inmobiliario de la zona.
En la propiedad ubicada en esa ochava -la sudoeste- se inició la construcción de un edificio. Al cercar el terreno avanzaron sobre la vereda de calle Matienzo hasta ocuparla en su totalidad. Para paliar esta inusual iniciativa colocaron sobre el pavimento, en plena calle, una pasarela de madera destinada a los transeúntes. Pocos meses después la obra quedó paralizada y nada se modificó: ni la vereda usurpada ni la pasarela. De esto pasaron, al menos, tres años, según indican en el barrio.
“Muy de vez en cuando viene un empleado y se queda a la tarde o a la noche. Antes había un sereno. Dentro de la propiedad casi no se notan movimientos, de vez en cuando traen algunas cosas y las guardan”, explicó un vecino de calle Matienzo, quien pidió expresamente que no se publique su nombre. Explicó que se produjeron numerosos robos en esa cuadra, aunque la situación cambió un poco desde que en la ex papelera funciona un negocio de venta de vehículos y en la esquina de Crisóstomo Álvarez y Matienzo abrieron una sanguchería. Esto mejoró la iluminación porque antes -apuntó el vecino- era “una boca de lobo”.
Pequeño cartel
En la propiedad en cuestión sólo hay un pequeño cartel que dice: trabajos preliminares-clase de obra: obra nueva-uso: vivienda colectiva y local comercial-permiso N° 57. No especifica el nombre de la empresa a cargo de los trabajos ni identifica a los profesionales encargados.
Qué dijo la Municipalidad sobre las veredas dañadas en la CapitalAdemás de lo irregular del hecho de la vereda usurpada, los vecinos plantean su preocupación por el estado de la pasarela, ya que las maderas están rotas y/o podridas, con el peligro que implican las astillas y los clavos a la vista. “Cualquiera que se descuide puede sufrir un grave accidente”, enfatizan. Las fotos tomadas por LA GACETA dan cuenta de este estado de situación.